LA POSTICERIA | UNA HISTORIA POR LOS PELOS
Hoy voy a compartir aquí un vídeo que he encontrado en You Tube porque muestra un contenido muy interesante que viene al pelo para poder explicar qué es la posticería. Más que un ofício o una profesión, lo considero un arte y lo primero que hay que decir, es que es muy laboriosa y además costosa.
Este trabajo, contrario a lo que se cree, es bastante amplio: va desde la moda, el cine, la televisión, el teatro y la publicidad, hasta la estética reparadora, para personas que han tenido accidentes o que están en tratamientos médicos, como la quimioterapia.
La mejor manera de que un postizo se vea real es haciéndolo totalmente a mano, preocupándote de un montón de detalles. El único método para lograr que una peluca o un postizo sea imperceptible a las miradas es confeccionándolo y tejiendo pelo por pelo. Pero por el enorme esfuerzo que implica, cada día son menos las personas que los elaboran. Lo bueno es que aunque pocos, todavía quedan quienes están dispuestos a enseñar este oficio poco conocido, que basa su éxito en cuanto más invisible es. Para ello es fundamental tener un maestro, si no, es muy difícil aprender y aquí la experiencia vale oro porque hay muchas cosas que se solventan y aprenden con la práctica. Casi se puede decir que es un oficio que se transmite de una generación a otra o mediante el boca a boca. Para los maquilladores de ahora es un trabajo a veces desconocido porque casi no se enseña.
Lo que sucede con los profesionales que se dedican a esto es que sufren un gran desgaste físico, la vista se agota porque tienes que observar fijamente lo que haces, y se resienten las muñecas, las manos y muchísimo la espalda; pasas horas tejiendo pelo por pelo, en la misma posición. Es un trabajo que además de ser agotador, es muy caro. Tanto las herramientas como el pelo natural y el tul de implante. Esto es un ejemplo de las herramientas necesarias, aunque no están todas: Pie de sujetar la cabeza, palos de tejedura y de crepé, hilos de coser y de tejedura, cuerda para el crepé, colas y cabezas de madera, tul fino, malla de algodón, tul grueso,matas de cabello en diferentes tonos, agujas de cabeza de clavar cintas, agujas de picar, palilleros, dedaleras, carda de sujetar pelo, tijeras, peine de cerdas, peine púa, pinzas pequeñas y grandes, agujas de coser, martillo, alicates, pinzas de sellos, cintas de monturas.
Los posticeros que conozco son al mismo tiempo caracterizadores, es decir, maquillan y confeccionan las piezas que necesitan los personajes de la obra o la película en la que ellos están trabajando. No todos producen para terceros.
Pero independiente del camino que se quiera seguir, siempre exige mucha dedicación y cariño. Cada peluca o postizo que haces es único porque cada persona o cada personaje -aunque sea la misma obra- es distinto, entonces siempre estás aprendiendo. Se piensa que una peluca o un postizo es lo mismo que una prenda del departamento de vestuario o maquillaje, pero no lo es. Son piezas sensibles, fundamentales para caracterizar a los actores o para hacer sentir mejor a una persona que ha perdido su cabello. El pelo natural es un material noble, que dura una eternidad si lo cuidas bien. Los postizos después de ser usados llevan unos cuidados especiales, hay que sacarles todo el pegamento -Mastix- y peinarlos con un cepillo especial en la dirección en la que está el pelo, para que el tul no pierda la forma. A ser posible, hacerlo todos los días para que los pelos no se enreden ni se llenen de polvo. Y lo mismo deberíamos hacer con este oficio que se está perdiendo.
Lo que sucede con los profesionales que se dedican a esto es que sufren un gran desgaste físico, la vista se agota porque tienes que observar fijamente lo que haces, y se resienten las muñecas, las manos y muchísimo la espalda; pasas horas tejiendo pelo por pelo, en la misma posición. Es un trabajo que además de ser agotador, es muy caro. Tanto las herramientas como el pelo natural y el tul de implante. Esto es un ejemplo de las herramientas necesarias, aunque no están todas: Pie de sujetar la cabeza, palos de tejedura y de crepé, hilos de coser y de tejedura, cuerda para el crepé, colas y cabezas de madera, tul fino, malla de algodón, tul grueso,matas de cabello en diferentes tonos, agujas de cabeza de clavar cintas, agujas de picar, palilleros, dedaleras, carda de sujetar pelo, tijeras, peine de cerdas, peine púa, pinzas pequeñas y grandes, agujas de coser, martillo, alicates, pinzas de sellos, cintas de monturas.
Los posticeros que conozco son al mismo tiempo caracterizadores, es decir, maquillan y confeccionan las piezas que necesitan los personajes de la obra o la película en la que ellos están trabajando. No todos producen para terceros.
Pero independiente del camino que se quiera seguir, siempre exige mucha dedicación y cariño. Cada peluca o postizo que haces es único porque cada persona o cada personaje -aunque sea la misma obra- es distinto, entonces siempre estás aprendiendo. Se piensa que una peluca o un postizo es lo mismo que una prenda del departamento de vestuario o maquillaje, pero no lo es. Son piezas sensibles, fundamentales para caracterizar a los actores o para hacer sentir mejor a una persona que ha perdido su cabello. El pelo natural es un material noble, que dura una eternidad si lo cuidas bien. Los postizos después de ser usados llevan unos cuidados especiales, hay que sacarles todo el pegamento -Mastix- y peinarlos con un cepillo especial en la dirección en la que está el pelo, para que el tul no pierda la forma. A ser posible, hacerlo todos los días para que los pelos no se enreden ni se llenen de polvo. Y lo mismo deberíamos hacer con este oficio que se está perdiendo.
1 Lectores han dicho...
Un post interesante. Gracias por la información!!! :)
ResponderEliminarMuchas gracias por leerme, escríbeme qué te ha parecido la publicación de hoy ¿Qué temas te interesan?
Almudena Persa | Maquilladora Profesional